Los primeros pasos hacia las sombras
Han pasado muchos años desde la profecía dada sobre el hijo
de una humilde familia que forma parte de un pueblo pobre y sencillo. Todo parecía
indicar que el destino del niño iba por buen camino pero lo divertido del
futuro, es que no puede ser predicho con exactitud, ya que solo un pequeño
evento, puede cambiarlo todo de un momento a otro. Durante todo ese tiempo, el
niño había crecido en un joven fuerte y de espíritu noble gracias a las enseñanzas
de su padre, él era su modelo y su adoración, quería mucho a su padre y estaba
muy orgulloso de ser hijo suyo pero una tarde común y corriente de entrenamiento
se convirtió en el inicio de un dolor sin precedentes que lo llevarían hacia un
lugar oscuro, del que no podría salir con facilidad.
—Hijo esta tarde, exploraremos el bosque que rodea la
entrada sur del pueblo, muchos de los vigías han visto criaturas rondar los
lindes y debemos tomar medidas precautelarías —dijo su padre mientras se vestía
con una armadura de acero y cuero, muy ligera pero no brindaba mucha protección
para los ataques con armas de largo alcance como lo eran los arcos y las
lanzas, únicamente para combate cuerpo a cuerpo.
— ¿Muy bien padre, entonces esto será un ejercicio de campo?
—cuestiono el joven mientras se colocaba un traje similar al de su padre pero más
pequeño, lo cual lo volvía mas ágil pero sacrificaba la defensa. Una vez
vestido tomo una espada que su padre había forjado y la coloco en su espalda
dentro de una vaina de cuero la cual no lo ralentizaba y le daba fácil acceso a
su arma en un momento de necesidad.
—Exactamente es eso, veré que tan listo estas para un
combate real, pero no te preocupes, yo estaré a tu lado en todo momento cuidando
tu espalda —dijo su padre mientras le mostraba una sonrisa muy segura que
inspiraba tanta confianza en quien la veía, lo cual llevaba a quienes luchaban
junto a su padre, a poner sus vidas en manos de el sin dudarlo.
Luego de esa conversación corta, tanto padre como hijo,
terminaron de prepararse y salieron de su hogar. Caminaron algunos minutos
hasta salir del pueblo y llegar al inicio del área boscosa en donde buscaron
primero alguna señal de criaturas, algún rastro que los guiara hacia el nido de
ellas. Luego de buscar algunas horas, el joven dio con un leve rastro de una
criatura de aspecto muy similar a un león, pero de aspecto monstruoso y muy peligroso.
—Hijo, estas no son criaturas normales, son seres que no deberían
vivir en esta parte del continente —comento su padre observando las pisadas y
los árboles derribados mientras en su mente trataba de buscar la razón por la
que esos seres hubieran aparecido tan lejos de su habitad normal.
— ¿Pero padre, tu puedes con ellos verdad? —pregunto con la
certeza que su padre le daría una respuesta afirmativa ya que para él, no existía
ninguna criatura que su progenitor no pudiera vencer o ahuyentar con mucha
facilidad.
—Si hijo mío, no te preocupes, yo te protegeré —dijo el
padre mostrando una vez más esa sonrisa segura mientras que en su mente un millón
de pensamientos se arremolinaban, sabiendo que aun siendo un guerrero
experimentado, si había un gran número de esos seres, con mucha seguridad podrían
ser vencidos o en el peor escenarios, asesinados.
Luego del intercambio de palabras y de haber encontrado el
camino que recorrían esos seres cada día, ambos ajustaron sus armas y emprendieron
la marcha internándose entre los arboles hacia un destino incierto y sumamente
peligroso. El trayecto había tomado horas, y muy pronto vieron como el sol caía
en el horizonte y las primeras estrellas cubrían el cielo. Siendo un guerrero
ya viejo, el padre sabía que avanzar de noche los convertiría en un blanco muy sencillo
para esas criaturas que acostumbraban la caza en las penumbras. Caminaron hasta
que el ultimo rayo de luz solar se extinguió y el mayor dio el alto a la travesía
por esa noche parando en un claro junto a un lago cristalino.
—Hijo acamparemos aquí y mañana cuando despunte el día,
continuaremos la búsqueda de esas criaturas —dijo con calma mientras empezaba a
recoger leña para una fogata y buscaba algo que usar como cebo para pescar algo
para la cena.
—Está bien padre, permite que te ayude —dijo el joven
caminando por el borde del lago buscando algún insecto que pudiera servir como
cebo pero encontró algo mucho peor. Mientras caminaba sintió que algo lo
observaba y al girar se encontró con un ser espeluznante. Un animal similar al león,
de casi 3 mts de alto, lo observaba desde unos árboles a pocos metros de él, su
cuerpo quedó paralizado y solo logro pronunciar un grito cuando el animal salto
sobre él.
—¡¡¡Hijo!!!!! –grito el hombre mientras corría a toda
velocidad siguiendo la orilla del lago rogando a los dioses que su hijo no
hubiera muerto presa de alguna criatura del bosque.
Gracias al entrenamiento que le dio a su hijo, este había logrado
esquivar el ataque de la bestia justo a tiempo evitando su muerte segura. Una vez
que estuvo seguro que su hijo estaba a salvo, confronto a la criatura, que debido
a su gran tamaño, no podía moverse con soltura entre tanta maleza al borde del
lago, lo cual fue aprovechado por el hombre dando una muerte rápida a la
bestia. Cuando el enorme animal se desplomo sin vida sobre la tierra, un
respiro de paz escapo de sus labios pero fue sofocado casi de inmediato por el
rugido de 4 seres iguales al que yacía muerto en el suelo. Un gesto de horror y
miedo se manifestó en el rostro del guerrero mientras tomaba a su hijo y emprendía
una retirada rápida hacia su campamento sabiendo que contra 4 de esas criaturas
sus muertes estaban casi aseguradas.
Llegaron al campamento con esas criaturas siguiéndolos muy
de cerca, la mente del mayor trabaja a toda velocidad con la única idea de
salvaguardar la vida de su hijo. Cuando el plan estaba casi listo, el sonido de
unos caballos lo distrajo y formaron una sonrisa de alivio al ver a unos
guerreros acercarse a ellos. Poco a poco la calma regresaba a él, mientras
observaba como las 4 bestias caían bajo las armas de esos guerreros de
armaduras muy extrañas. Cuando la última de esas criaturas exhalo su aliento
final, se acercó a ellos con la intención de agradecer su ayuda.
—Muchas gracias, sin ustedes nuestra muerte hubiera sido más
que segura —dijo con una expresión de gratitud en el rostro mientras extendía
su mano a los hombres. Una sonrisa muy extraña se pudo vislumbrar bajo los
mantos que cubrían el rostro de los hombres cuando sin previo aviso, el líder de
ellos movió su espada perforando la armadura del viejo guerrero junto con su corazón
extinguiendo su vida.
—¡¡¡Padre!!!! –grito con dolor e impotencia el joven observando
al hombre que había sido su modelo, su más grande héroe, caer al suelo con su corazón
perforado mientras vislumbraba a los asesinos huir logrando captar el sello de
un grupo de mercenarios muy conocido en una de las armaduras mientras se
alejaban a caballo.
El joven corrió hacia su padre logrando tomarlo entre sus
brazos mientras los últimos suspiros de vida abandonaban el cuerpo de ese gran
guerrero.
—Hijo lamento que no podre verte convertido en un gran
hombre—musito con mucho esfuerzo el hombre estirando su mano hacia el rostro de
su hijo y tocaba su mejilla.
—Serás el más grande de todos, tu traerás un gran cambio a
los reinos, sé que estaré muy orgulloso de ti, mi pequeño…. —murmuro con sus últimas
fuerzas, miro a su hijo a los ojos y sonrió como siempre lo hacía antes de
cerrar sus ojos para siempre.
Luego de ver como su padre exhalaba sus últimos respiros de
vida, algo nuevo empezó a surgir en la mente y el corazón del muchacho. Un
sentimiento de ira y dolor lo embargaba mientras enterraba el cuerpo de su
amado padre y colocaba una piedra como lapida en la orilla del lago. Cuando
hubo terminado se levantó de la tierra observando el lugar de reposo de su
padre con lágrimas en los ojos.
—¡¡¡Juro que pagaran lo que hicieron, juro que pagaran con
sus vidas!!! —exclamo con ira hacia el cielo derramando lágrimas mientras
fijaba sus ojos en la luna cuyo brillo estaba teñido de un leve color rojizo.
Esa noche dentro de ese joven tan noble y recto, un nuevo
sentimiento surgió, el deseo de venganza empezó a llenarlo, un deseo que cambiaría
el destino que fue profetizado para él, uno que lo llevaría por caminos llenos
de oscuridad y desdicha de los cuales jamás podría salir. En ese momento, el
destino del mundo pendía de un hilo, las decisiones que tomara el joven de
ahora en adelante, perseguir su venganza o perdonar los actos de esos hombres,
su elección podría sellar de forma definitiva el destino de todos y solo
restaba esperar que el joven guerrero tomara la elección correcta y cumpliera
el último deseo de su padre.
No!El padre no!! Que puedo decir, soy una sentimental y lograste que suelta una que otra lagrima...o quizás es la hora, pero la lagrima estuvo. Increíble capitulo, quiero el próximo!
ResponderEliminarWaaaaaaaaaaaaaaaaa que emotivo, muy bueno cariño. Si ya decia yo que eres el mejor. ¡Felicidades! *aplaudiendo*
ResponderEliminarT_T....nooooo, pobre chico U.U....el padre se le murió..... e.e malditos mercenarios!
ResponderEliminarYa sabes: XD soy tu fan, espero la próxima entrega y espero mi copia XDDD
Nat
Jajajajajajajaj si aqui tus dos fans incondicionales
ResponderEliminarpobre papá!! T_T
ResponderEliminarpero me gusto mucho el capitulo, muy interesante *-* siguelo prontoooo
Pobre de su papi u.u, igual tiene buena narrativa, si captas muy bien los sentimientos Edu-kun, y como siempre...espero mi próximo capítulo. Una duda, ¿cómo se llama el chico? Quizás es de esos misterios de la trama *w*, esos me encantan de alguna forma. Bueno, continua así...quizás un poco más de descripción, pero lo demás me encanta *w*. Quiero mi capi!!!! Y no me detendré hasta conseguirlo! *w*
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